El pasado 20 de julio tuvo lugar el evento que presentó SEPAC con la participación de su vicepresidente; Pilar Moreno, quien introdujo el evento y acogió a los participantes y asistentes.

Laura González (Presidente de la Sociedad Venezolana de Psicología Aeronáutica), fue quien presentó a los ponentes: Comandante Nestor Lioret Piñeiro (Cap. B-777) y Mónica Gómez Caniella (Psicóloga experta en aeronáutica, Presidente de ULAPA) Gómez Caniella, M., recordó que, aunque las turbulencias son un fenómeno atmosférico que no pone en peligro el vuelo, resultan molestas para los pasajeros.

Entre las expectativas del pasajero están la de desplazarse entre dos puntos de forma segura y de la manera más cómoda posible, obteniendo así una buena experiencia de vuelo. Cuando distintos factores generan turbulencias mayores que las ligeras, la percepción de seguridad y la satisfacción del pasajero se ven comprometidas. Las aerolíneas, conscientes de este aspecto, desarrollan procedimientos para garantizar una
experiencia de vuelo segura y satisfactoria, que pueda derivar en una excelente experiencia global y que se identifique con una marca segura, evitando posibles desconfianzas o miedos que dificulten volar.

En un segundo bloque el comandante Lioret Piñeiro, N., presentó una parte más técnica donde define los tipos de turbulencia, los factores climáticos y orográficos que inciden para su generación y cómo, en función del punto en que se originen, éstas pueden ser de distintos tipos. También se abordaron los instrumentos de predicción y medición meteorológica, bien sean desde tierra, desde un avión precedente, satelitales o a bordo de la misma aeronave. Los efectos de las turbulencias pueden medirse de forma cuantitativa mediante instrumentos o de forma cualitativa, en función de los signos observables en cabina.

La exposición a distintos niveles de turbulencia impacta psicológicamente tanto a la tripulación como a los pasajeros. Entre los efectos se encuentran ansiedad, estrés, miedos y ataques de pánico. En la tripulación, pueden presentarse fatiga, distracción, ansiedad operacional y deterioro del desempeño. El grado de afectación depende del nivel y la frecuencia de la turbulencia experimentada, con riesgo de desarrollar Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Es crucial que las intervenciones psicológicas previas y posteriores al vuelo sean realizadas por un profesional de la psicología aeronáutica.

Con el objetivo de mantener los estándares de calidad y seguridad a bordo y proporcionar una buena experiencia al pasajero, las aerolíneas desarrollan y entrenan procedimientos específicos para gestionar las turbulencias. Los psicólogos especializados en la industria de la aviación capacitan a la tripulación en el manejo del estrés y en primeros auxilios psicológicos. Este tema se aborda siempre desde la seguridad en su predicción y detección, lo que supone un bajo riesgo para el vuelo. La tripulación está preparada para gestionar este fenómeno, y los pasajeros juegan un papel crucial al escuchar los avisos de seguridad y seguir las indicaciones de la tripulación.

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